La vida es un camino que tiene un principio y un fin. Aunque algunos puedan ser parecidos, todos tenemos caminos diferentes con sus propias curvas, subidas y bajadas. Es en tu propio camino donde serás puesto a prueba con retos y obstáculos de todo tipo que podrás entonces saber de qué estás hecho.
El tener un propósito de vida te da la vitalidad y energía para seguir adelante por tu camino sin importar con las pruebas que puedas encontrar. Sin este propósito es fácil derrumbarse, sentirse vacío y con una sensación de impotencia que te hace pensar que ya nada tiene sentido.
No existen propósitos pequeños, solo gente poco dispuesta a luchar por ellos …
Échenle señores!?
Muy buena reflexion Beto. Yo agregaría que hay gente tambien sin proposito que despierta en el día a día haciendo las cosas con ganas pero sin un fin.
Gracias por compartir.
Un abrazo.
Muchas gracias por tus comentarios y aportar valor a este blog. Saludos