Tenemos una facilidad asombrosa para justificar los éxitos en factores personales y los fracasos en factores externos o ajenos. Nos cuesta trabajo admitir que algunas veces somos nosotros mismos los causantes de los que nos pasa, sobretodo de los infortunios.
Cuando se trata de justificar la falta de resultados, somos muy buenos para el autosabotaje. Rápidamente encontramos las razones por las que no hicimos la tarea e incluso culpamos a los demás.
Tú eres el resultado de ti mismo …
Échenle señores!?
Muy cierto, es hora de responsabilizarnos y hacer la parte que nos toca. Saludos!
Saludos Anny, gracias por comentar
Aplicable totalmente, tal como lo comentamos el dia de hoy
saludos!!!
Saludos Jorge, gracias por comentar.