La felicidad depende en gran medida del bienestar emocional, es decir, una persona que no goza de una estabilidad y bienestar emocional difícilmente puede llegar a ser feliz. La emociones son una fuente de poder muy intensa que generan nuestras actitudes hacia la vida.
El bienestar emocional es algo que se cultiva constantemente a través de prácticas sencillas tales como la contemplación, la gratitud, la meditación y la actividad física. Y sobretodo aprender a disfrutar de las maravillas de la vida bajándole al acelerador y saborear más de la vida. El disfrute requiere atención.
No tengas prisa por acelerar el placer, mejor préstale atención y alárgalo … Anxo Pérez
Échenle señores!?