Existen muchas cadenas que coartan nuestra libertad, algunas visibles y otras no tanto. Las dependencias materiales, sociales y apegos nos atan sin que nos demos cuenta. Nuestra tendencia a darle gusto a los demás o el temor al que dirán nos privan de lo que realmente nos gustaría ser o hacer. Algunas veces también somos presa de nuestras actitudes que no nos dejan avanzar y nos mantienen atascados en un círculo vicioso.
No es fácil identificar nuestras ataduras y es complicado liberarnos de ellas. Una buena forma de empezar es aprender a decir NO más seguido y a liberarte de cosas que no necesitas.
La verdadera libertad consiste en el dominio absoluto de sí mismo … Michel de Montaigne
Échenle señores!?