La persona con la que pasas más tiempo y dialogas más es contigo mismo. Ten cuidado con tus diálogos internos. Así como ponemos cerraduras a puertas para que no entren personas indeseadas, también hay que proteger nuestra mente para detener información no deseada que a veces llega por todos lados.
Lo que permites que entre a tu mente se convierte en tu entorno. Cuida lo que ves, lo que escuchas y lo que lees. No olvides que tu mente es una máquina perfecta y como toda máquina, para que funcione bien necesita mantenimiento y buenos insumos.
Las personas no son prisioneras del destino, sino de su propia mente … F. Roosevelt
Échenle señores!?
extraordinaria reflexión
Saludos Lili