La experiencia demuestra que tomar decisiones y acciones aprisa o precipitadas puede ser contraproducente. Pasado un poco de tiempo las cosas se ven de otra manera. Dejarse llevar por el momento te puede llevar a tomar desiciones que después te puedes arrepentir, desde afectar relaciones que luego es difícil restaurar, hasta la pérdida de buenas oportunidades de negocio.
No confundas la serenidad y paciencia con la pasividad y falta de ímpetu. La serenidad es escencial para que en medio de las dificultades que se puedan presentar pienses y actúes correctamente sin perder nunca tu propósito final y la paciencia te ayudará mantener la constancia necesaria para llegar a tu puerto final a pesar de las desviaciones encontradas.
La serenidad y el equilibrio son virtudes recomendables para el ejercicio del buen gobierno…Sun Tzu
Échenle señores!?
Como dice el dicho .. » ni tan tan, ni muy muy» todo en equilibrio!! Saludos