Cuando nos sentimos observados por lo general actuamos desde nuestra faceta pública y algunas veces puede no ser congruente con nuestra faceta privada. La auténtica integridad y originalidad no consiste en actuar correctamente en la galería de la vida, sino también y sobretodo cuando uno no está siendo observado.
Una de las cualidades más difíciles de desarrollar es precisamente la congruencia. No es fácil que nuestro decir y nuestro actuar estén siempre alineados. A veces hacemos las cosas según nuestra conveniencia y comodidad personal en lugar de lo que dijimos que íbamos a hacer.
Las cosas más fáciles, son también las más fáciles de no hacer.
Échenle señores!?
¿Qué tan duro juegas cuando nadie te está viendo?
Cada día una reflexión que invita a crecer, actuar, hacer un alto en el camino, hacer una introspección…. gracias por estar a nuestro lado, siendo guía y ejemplo..